Si Dios con nosotros, ¿Quién contra nosotros?

Vivir la fe es la alegría más profunda que puede experimentar nuestro corazón. El placer dura poco, la alegría es otra cosa. Conocer Jesús en profundidad es la mejor alegría de nuestra vida. Cómo dice el obispo Novell, conocer Jesús es la mejor experiencia de nuestra vida.

El hombre tiene una tendencia a alejarse de Dios y a volver a las cosas del mundo. Una tendencia de olvidarse de los demás y en pensar en uno mismo. Pero la verdadera alegría radica en esta humildad de querer al otro con todas nuestras fuerzas y a pesar de nuestras flaquezas. Somos pobres de espíritu pero ricos al mismo tiempo por la gracia de Dios.

Quien siente a Dios ama de verdad. En el fondo de su corazón quiere limpieza y no una doble vida. Quien conoce a Jesús y quiere profundizar en ese conocimiento, se cansa del mal y no para de buscar el bien del otro. Jesús viene, ¿Cómo están las puertas de nuestro corazón?